21 mayo 2008

En las Ruinas de una Abadía

Aquí presento una historia que comencé a escribir en abril, después de visitar las ruinas del ex-convento de San Francisco aquí en la ciudad de Puebla.

Inicialmente pretendía ser un relato muy corto, pero ha resultado ser el perfecto escenario para una historia que ha ido creciendo paulatinamente hasta el punto que he decidido dividirla en capítulos.

La inspiración inicial ha sido la serie de impresiones que tuve aquella noche, y le he añadido elementos góticos para transformarla en una historia en el estilo de algunos de mis autores favoritos, remarcablemente Edgar Allan Poe, H. P. Lovecraft y Horacio Quiroga.

El título aún no lo he definido del todo, pero en vez de ser un convento he preferido usar una figura un poco más misteriosa, pero a la vez clásica de la literatura gótica.


En las Ruinas de una Abadía
Capítulo I: Un Paseo

Una noche paseando furtivamente por la vieja abadía en ruinas sucedió algo un tanto extraño.

Siempre me había preguntado qué se sentiría permanecer en el interior de un lugar como aquél de noche, y me había llamado la atención, pues la estructura del lugar, las ruinas por sí mismas, la zona... despiden algo.

O lo guardan como cautivo.

Esa noche paseaba por la arboleda que rodea al lugar. Me detuve frente una estructura de piedra amenazante, que se erguía ante mí y parecía tan imponente que no habría podido diferenciarla de los muros de un viejo castillo.

Rodeando la estructura logré dar con la puerta, que con la escasa luz parecía impecable y me esperaba como dos fauces abiertas. Me acerqué cauteloso, y el portal de madera ya en parte podrida y de goznes oxidados por las inclemencias del tiempo habría parecido la entrada de gigantes, aunque anteriormente vivieran ahí hombres marchitos por incontables años isolados y que irónica pero literalnmente hablando, habrían pasado por enanos.

La primera estancia era un patio y jardín a la vez, que aunque abandonado despedía un sutil aroma de flores nocturnas, que, aunque agradable, resultaba a la vez perturbadora aquella tenue y perezosa señal de vida en semejante lugar donde bien la muerte podría rondar a su antojo.

El jardín en sí se había secado hacía tiempo, pero sus aromas extrañamente han permanecido por siglos.

Una fuente de mármol en el centro que aun conservaba el agua de las recientes lluvias brillaba con la luz de un cuarto menguante y reflejaba un cielo extraño mientras hacía eco al cantar de los grillos, sapos, ranas y demás alimañas.

La posición de la luna en ese momento producía el raro efecto de un sol oscurecido en su cenit por un eclipse y que baña a la tierra con una débil luz rosada.

De pronto el aire se hizo pesado, el concierto de animales nocturnos cesó, y comenzó a escucharse un tierno murmullo, primero muy suave, apenas perceptible pero que paulatinamente creció hasta tornarse en el perfecto sonido de agua brotando desde la fuente.

El aire se heló en mi pecho cuando la luna, antes rosada, comenzó a sangrar ante mis sorprendidos ojos, dejando caer luz carmesí sobre las ruinas.

Y el portal de gigantes rechinó macabramente a mis espaldas para cerrarse en un estruendo que casi lastimó mis oidos e hizo eco en las diferentes estancias del monasterio. Me sentí atrapado.

Entonces mis temores crecieron y se manifestaron uno tras otro en visiones cada vez más extrañas y grotescas.


Por el momento será lo único que pienso publicar, aunque ya tengo más capítulos hechos, que iré publicando posteriormente.

Como la historia aún se encuentra en desarrollo, es muy probable que éste capítulo será editado posteriormente.

Por favor, comenten!!!


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~Spamzer~

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1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

hey sinserament no se cuando leas esto je je
pero bueno... je
solo qiero deseart un feliz cumpleaños vale espero qe te la allas pasado asi super bn... je nos vemos cuidate je
te felicitaria x el hi pero no me djas nos cemos cuidate y buena noche C U



asi...

ATTE ALEXIS JE JE

junio 16, 2008 11:01 p.m.  

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