15 enero 2009

Un Tributo a la Vida...

Y bien... la situación en la que me encuentro hoy en día, secuestrado virtualmente en una ciudad que detesto, mi reciente retiro espiritual de tres semanas en Quimera, Mariposa y Garotos... haber conocido a un nuevo amigo (Taïs) ya sea por azares del destino, porque así estaba escrito, por error, por casualidad, por coincidencia o por ley de Murphy; todo en conjunto me ha hecho pensar que:

Algunas cosas en la vida son malas y pueden volvernos locos de verdad. Otras cosas simplemente nos hacen insultar y maldecir. Cuando llegamos al clímax de la vida es mejor no quejarnos, sino silbar, y eso ayuda a que las cosas cambien para bien.

Si la vida parece podrida, hay algo que olvidamos, y eso mismo es algo para reír, y sonreír, y bailar y cantar. Cuando nos sentimos entre la basura no debemos ser tontos, simplemente juntemos los labios y pongámonos a silbar.

Porque la vida es absurda y esa es la última palabra, debemos siempre encarar el telón con una reverencia. Olvidemos los pecados y demos a la audiencia una mueca: Debemos disfrutar, pues, de cualquier modo puede ser nuestra última oportunidad.

La vida es un pedazo de... bueno... una porquería cuando volteamos a mirarla. La vida es una carcajada y la muerte es una broma, es la verdad. Veremos que todo es un show, sigamos haciéndo reir a quien podamos mientras estemos, y debemos recordar que la última carcajada depende de nosotros.

Hay que animarse! Cosas peores pasan en el mar. O sea, qué tenemos que perder? Así son lascosas, llegamos de la nada, regresamos a la nada... que perdimos? Nada!

Así que... siempre veamos el lado bueno de la vida...

Nota: No, yo no escribí eso. Nada mas traduje y vagamente adapté al español una canción de Eric Idle, de los Monty Python: Always Look on the Bright Side of Life. Y aunque tal vez mis acciones y manera de pensar nunca o casi nunca coinciden con el señor Idle, veo esa canción como el exponente máximo del sarcasmo (si no me creen nada mas vean la última escena de Life of Brian) y tal vez la mejor adaptación de Shakespeare: "Todo el mundo es un escenario, y todos los hombres y mujeres simples actores: tienen sus salidas y sus entradas; y un hombre a su tiempo interpreta muchas partes..."

Es una canción con letra y tonada graciosas, que tal vez parecería una parodia de todas las de Disney, pero al rededor de todo ese aparente sinsentido y humor existe una gran verdad. Cómo interpretarlo es cosa de cada quien.

.......Aún así, me quedo con las leyes de Murphy!!!


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01 enero 2009

El Odio

Son las cosas más simples de la vida las que tienen mayor significado.

El final del año lo celebramos o solemos celebrarlo en familia, rodeados de cantidades enormes de comida y alcohol. Y la mayor parte del tiempo olvidamos que lo mas importante del final de un año es la reflexión y no el gasto descomunal y muchas veces innecesario que lleva preparar una cena, la cual como desafortunadamente casi siempre sucede, termina en borrachera.

A veces las cosas más simples y sin preparativos enriquecen sobremanera las ocasiones especiales. Mi cena del final del 2008 no fue más que una cemita y un chocolate, con uno de mis grandes amigos en el zócalo, haciéndole compañía para celebrar su cumpleaños.

Otros sin embargo celebraron su fin e inicio de año en la calle sin un solo bocado que llevar a sus estómagos.

Es una época de reflexión, y no me refiero únicamente al mes de diciembre, sino a todos estos años: La era en que vivimos y que erróneamente llamamos contemporánea y moderna.

Desde el año 2000 he visto como el mundo se envuelve y se involucra cada vez más con el enemigo mortal de la humanidad: El Odio.

Todos los rencores de acontecimientos que sucedieron desde los años 80 se reflejan cada vez en mayor medida en lo que vemos en nuestros días.

Entre los años 1980 y 2000 sucedieron acontecimientos políticos y sociales bastante fuertes, desde genocidios en diversas partes de África y Europa, la disolución de la Unión Soviética, la separación de Yugoslavia y Checoslovaquia, el asesinato masivo de kurdos y shiies en Irak, la posterior invación en Kuwait y la consecuente serie de guerras en el Golfo Pérsico, golpes de Estado, transiciones de gobierno y disturbios en Perú, Costa Rica, Ecuador y Argentina. Dentro de nuestro país los levantamientos en Chiapas.

Y sin embargo, nada más entre los años 2001 y 2008 hemos presenciado desde los atentados terroristas en las Torres Gemelas en Nueva York y el Pentágono en Washington D.C., y las estaciones del metro en Londres y en Madrid. Las invasiones en Afghanistán, Irak y Líbano. Golpes de Estado en África y Asia, nueva ola de violencia contra Tíbet, Siam y demás territorios ocupados por China aún ante la proximidad de los juegos olímpicos. Destrucción de poblados palestinos en la franja de Ghaza para la construcción de un muro, la siempre latente amenaza de Korea tanto del Norte como del Sur e Irán, disturbios en Estonia, disturbios en Grecia, disturbios en Tailandia, y bombardeos de ISrael contra la franja de Ghaza desde las últimas semanas de diciembre. En nuestro propio país durante la celebración de las fiestas patrias en Morelia fuimos víctimas de un atentado contra la vida de decenas de personas. El odio creciente en Oaxaca de maestros y grupos radicales hacia el gobierno y en general el alzamiento de odio entre clases sociales, unos por ser ricos y otros por ser pobres. El brote de violencia contra emos, que comenzó en Querétaro y se expandió a toda la República. La situación es cada día más crítica en el mundo, y ha empeorado con la reseción económica de Estados Unidos.

En éstos 8 años sucedieron tantas cosas que sería difícil terminar de enumerarlas todas, no así con el periodo comprendido de 1980 al 2000, que si bien fueron considerables, no se comparan ni en cantidad, ni en magnitud, ni en seriedad a lo que estamos viviendo en estos días.

Hay que afrontarlo, la era que vivimos está marcada por el odio. Brotes de neonazismo en Estonia, Francia, España, así como vergonzosamente en el norte de nuestro país. Tan solo en España hay brotes de violencia contra los latinos, alegando que llegan a usurpar el lugar de los españoles robando sus empleos.

En Chile hay cada vez más adeptos al ya extinto régimen de Augusto Pinochet, a demás de un creciente odio mutuo, ya centenario contra bolivianos y peruanos.

Homofobia creciendo en todas partes. Estadísticamente hablando, de los crímenes cometidos por segregación, cerca del 20% son por homofobia, es decir uno de cada cinco. Nada más en Estados Unidos del 2005 al 2006 los crímenes por homofobia aumentaron de 14% a 16%.

Entre 1980 y 1999 se hicieron famosos 19 casos de homofobia al rededor del mundo. Entre el 2000 y el 12 de diciembre de 2008, se hicieron famosos 47 casos, incluyendo a dos chicos de 17 años que fueron colgados públicamente en Irán el 19 de julio de 2005.

Nuestro país es tierra de intolerancia, discriminación y de odio.

¿Cuántas palabras tenemos para referir a alguien despectivamente? Desde puñal, maricón, joto, gachupín, gringo, ché, pipope, chilango, oaxaquita, indio, naco, fresa, por mencionar solo algunos de los más decentes.

Camino por las calles de Puebla (y no sólo en Puebla, sino en todo el país) y lo que veo son personas piadosas persinándose y dando la espalda al ver un niño desnudo y sucio llorando mientras su madre pide limosna. Veo ancianos que bien podrían ser nuestros abuelos o nuestros padres en un futuro, pidiendo limosna en la calle, y rogando por algo que comer.

Individuos que se hacen llamar hombres que para mostrar su hombría golpean y maltratan a sus hijos y esposas en la calle o en la privacidad de sus casas. Muchísimas veces he pasado al lado de casas donde lo único que se oye son gritos, llantos y ruegos de un niño, su madre o ambos golpeados salvajemente por el hombre de la casa que llega borracho, o que a veces ni siquiera ha probado gota de alcohol.

Hoy en día ¿quién respeta realmente un lugar para discapacitados en estacionamientos? ¿quién no ve de manera diferente a una persona con muletas, en silla de ruedas o que le falta un brazo? En términos generales, tal vez no sea odio directo, pero el simple hecho de ver a otra persona de manera diferente es el comienzo y a veces el resultado de una cadena de odio.

Algunas veces he escuchado comentarios como "bautistas, evangélicos, mormones, testigos de Jehová, etc... esas cosas no son religiones". Exactamente un comentario como tal fue lo que impulsó a Sadam Hussein a asesinar decenas de miles de kurdos y shiies en 1988 con gas mostaza, porque eran pertenecientes a sectas musulmanas y no a una "religión verdadera". ¿Quién es qué para juzgar las creencias de los demás? Yo ya no hablo de tolerancia, pues la tolerancia es una forma de hipocresía fingida. Yo hablo de la necesidad de libertad, de razonamiento, y de enterrar completamente el odio por pequeño que sea.

En otras partes del mundo aún hay ejércitos que reclutan niños de 10 años para invadir poblados y matar gente, o hacer frente a ejércitos compuestos por otros niños.

Veo religiosos que lavan el cerebro y roban la inocencia y la infancia de los niños para hacerlos predicadores y fanáticos, convenciéndolos de que Dios los ama pero únicamente bajo ciertas condiciones que si no se cumplen los condenarán por siempre al Infierno. Acciones que sólo han llevado a nuestro mundo al borde de un precipicio de ateismo y odio hacia Dios y a cualquier tópico relacionado con religión. Hombres que en nombre de la fe destruyen la fe para obtener ganancias.

Violencia familiar por todos lados. El mismo 24 de diciembre vi una foto que me hizo llorar. Se trataba de un biberón tirado en el suelo y manchado de sangre, con la inscripción "Violencia Familiar".

Son cosas que muchas veces ignoramos, pero que suceden y debemos reflexionar sobre ellas, más que nada en estas fechas que no deberían ser únicamente fiesta, sino también de reflexión. Mucha reflexión.

No es suficiente decir Dios es amor y los quiero a todos por ser mi familia. Es necesario sentirlo de verdad y decir "los quiero a todos no por ser mi familia, sino por ser como yo: seres humanos". Y es necesario que sean palabras dirigidas no nada más a los que en el momento se sientan a la mesa o en el lugar de reunión, sino palabras dirigidas al mundo.

La calidad humana es algo que va decayendo poco a poco, es un término ya degenerativo y ambiguo, pues en todos lados uno puede escuchar "Dios te bendiga"... a menos que seas negro, judío, árabe o maricón. Uno puede escuchar "Dios los bendiga" mientras el corazón señala "menos a él, y a ella, y ese grupito".

Y desgraciadamente esos ya son puntos de los cuales tenemos toda la certeza, que sabemos que existen pero o no hacemos nada al respecto, o somos parte de ello. Como vulgarmente dicen, si no eres parte de la solución eres parte del problema.

Desafortunadamente así es, y creo que es hora de cambiar, pues el odio que hay dentro de nosotros mismos es lo que nos destruye. Es necesario cambiar no por uno mismo, sino por el bien de los demás, por el bien de quienes nos rodean. Por el bien de los niños que lloran en la calle, de los niños que son asesinados en guerras, de los niños que son asesinados incluso en el vientre de sus madres, de los niños que son maltratados por sus padres. Por el bien de aquellos chicos que son vistos mal y sometidos a abusos por parte de la sociedad, de sus familias, e inclusive de aquellos que se hacen llamar amigos, solo por tener preferencias diferentes. Por el bien de aquellos que mueren a golpes porque profesan otras religiones o ideas diferentes.

Por el bien de la humanidad es necesario cambiar.


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