06 julio 2009

XIII

I
Días grises han sido últimamente. Días de luz enrarecida, asfixiantes. Porque somos seres luminosos y vivimos de luz...

Vivimos en recuerdos, en memorias. En baúles llenos de basura que hemos acumulado año tras año, y sin embargo guardamos... son recuerdos y memorias, tan reales y tan vívidos, que nunca olvidamos. Y sin embargo existen tantos tan oscuros, e irreales que nunca existieron.

II
En sueños escucho gritos que aún retumban en mi cabeza. Siento los gritos en los muros de mi casa ya tan vieja. Como si hablaran y suplicaran auxilio. Quisiera olvidarlos pero se repiten noche tras noche.

Despierto y recuerdo. Es como una pesadilla. Vivir una pesadilla. Pues son recuerdos de un día que no aconteció. Una tortura por la que cientos de almas lloran.

Despedidas que nunca fueron...

III
A veces las ventanas se abren y el aire frío me despierta con un estruendo. Tormentas que no existen y lluvias que escucho pero no siento. Y sin embargo son tan reales... daría mi alma por saber lo que pasa. ¿O es que a caso no tengo... ya no?

IV
Una mano oprime mi cuello, y otra mi torso. Ardientes, como de fuego. Me asesina.

No puedo despertar, no puedo gritar. No puedo levantarme, no puedo moverme.

V
Llegué tarde a casa y dos ojos brillantes me observaban bajo mi cama. Ojos de una sombra oscura, oscilante, amenazadora.

Se movía.

Encendí la luz y desapareció, pero los ruidos de sus pasos y el rugido de su aliento me hicieron ver que no estaba soñando.

Pierdo el equilibrio un momento y despierto en el pórtico de mi casa...

VI
En la penumbra le adivino. No le veo, pero ahí está... me espanta. El pensarlo me da escalofríos. Me está esperando. Viene por mi...

Escucho el silencio y me aterra. Se que ahí sigue, esperando en silencio a que duerma... está quieto, en algún rincon. Acechando...

Quiero cerrar los ojos pero ya están cerrados. Mi mente está en blanco. Pero siento su mirada a mi lado, se mueve. De un lado a otro. Siempre amenazante. Quiere destruirme.

VII
En un momento me sobresalto. Quiere controlarme. Tiemblo y quiero correr... pero soy prisionero. Quiero abrir una puerta pero no la alcanzo, las paredes se acercan pero me siento más y más pequeño.

Amanece y despierto de un salto al grito de un gallo, frío en sudor. He tenido noches sin sueño, noches sin descanso. O tal vez noches en que sueño despierto, ya no se qué creer o en qué pensar.

VIII
Quiero llorar y no puedo. Estoy despierto. Es de día y sé o quiero creer que es mi imaginación, pero lo siento a mi lado. Me atormenta ya en todo lugar y a toda hora.

IX
Es noche, debo irme pero odio llegar. Camino y escucho pasos tras de mi. Temo voltear. No quiero verle, aunque en el fondo muero por hacerlo. ¿Qué es?

Paso una farola y veo dos sombras: la mía y la de...

X
Despierto adolorido a media calle. Creo que he sido robado pero no recuerdo nada. Todas mis pertenecias siguen conmigo. Veo la hora y es la misma que cuando vi las sombras ¿Qué ha pasado? una risa en mi cabeza, apenas perceptible, una risa... se burla...

XI
Quiero hablarle pero me da miedo, y sin embargo me escucha. No contesta y solo ríe.

Llego a mi casa e intento dormir, pero pesadillas invaden mi cuarto. Cada hora que pasa me siento más y más herido... quiero que amanezca, pero más bien parece que anochece.

Dios mío...

XII
Las cortinas se mueven y forman figuras. Rostros, garras. Es mi imaginación. Debo estar soñando despierto.

Las alucinaciones se repiten. Una y otra vez en las cortinas, en los árboles, en la tierra, en las nubes, y hasta en mi vaso de agua. No tiene sentido. Hoy no dormiré.

XIII
¡Le he visto! ¡Es espantoso! Le he visto y siento que he envejecido mil años. Describirlo me da pánico. Quisiera olvidarlo pero es imposible. Horrenda impresión. ¡Monstruo!

----------------------
~Spamzer~

Etiquetas: ,

3 Comments:

Blogger Ignacio said...

El pasado siempre me ha parecido ese ser espantoso que está siempre con nosotros, sin poder verlo claramente. Tal vez sea por mi historia de vida, pero hace un tiempo ya que pretendo renacer cada día, escapar de ese pasado que quiero negar viviendo hoy, pero en sueños vuelve a atormentarme, recordándome que no puedo huir. Supongo que en cierta forma estamos amarrados a nuestra vida pretérita.

Saludos.

julio 06, 2009 11:48 a.m.  
Blogger Janu said...

Un buen golpe en la cabeza solucionaría con bendita amnesia el dolor... pero hay que recordar también que no todo en nuestro pasado está ahí para lastimar, sino para darle a tu cerebro el banderazo que le indique un camino por donde ya se ha pasado, para no repetirse (¿o repetirnos los mismos errores?)

¡Un abrazo!

julio 06, 2009 4:38 p.m.  
Blogger Unknown said...

increible go-neko!

agosto 27, 2009 9:21 p.m.  

Publicar un comentario

<< Home